Evolutivamente conocer otras realidades ha permitido que nuestro cerebro se ensanche. Nos permite reaccionar mejor y más rápido a amenazas exteriores. Hasta podríamos decir que “adivinamos” futuros confiables (ya escribimos de que <A href="http://www.highspeedsolutions.net/2017/05/03/living-life-without-a-script/" target="_blank" rel="noreferrer noopener"><STRONG>casi siempre erramos en predecir el futuro</STRONG></A>, pero ahora más bien nos referimos a cosas como atrapar una pelota que nos lanzan, o quitarnos rápido si nos van a dar una bofetada).