Survivor, Diario de supervivencia para cuando todo pase. Cap 7.
CAPÍTULO 7. LA FICCIÓN NOS SALVARÁ
Todos hemos escuchado lo importante que es para los niños leer y que les lean; estimula su lenguaje, su imaginación. Pero conforme crecemos, pareciera que leer se vuelve un mandato y que sólo otras actividades como ver películas, videojuegos y televisión sí son entretenimiento.
Hoy vengo a contarles que todas ellas son simplemente indispensables para sobrevivir como especie.
La premisa es sencilla, cuando leemos o vemos una historia, nuestro cerebro nos obliga a representarlos en nuestra mente, a repetirlos y construirlos, y con ello, entrevemos qué es lo que sentiríamos si lo experimentáramos de verdad. Si vemos un contenido de una pareja peleando, nos da herramientas para pensar en posibles argumentos si un día tenemos que discutir así con la nuestra. Cuando vimos Cast Away de Tom Hanks, de una u otra forma todos nos llegamos a imaginar qué haríamos en su lugar; si Wilson era o no un absurdo, si podríamos pescar, si la pasaríamos mejor que él o moriríamos a los pocos días.
Dicho de otro modo, vivir otras vidas no es un juego. Es una ganancia evolutiva porque nos permite situarnos en interacciones sociales que (al menos hoy) no son reales, pero un día podrían serlo. Nos da información social relevante y nos permite interactuar mejor con otros humanos.
Evolutivamente conocer otras realidades ha permitido que nuestro cerebro se ensanche. Nos permite reaccionar mejor y más rápido a amenazas exteriores. Hasta podríamos decir que “adivinamos” futuros confiables (ya escribimos de que casi siempre erramos en predecir el futuro, pero ahora más bien nos referimos a cosas como atrapar una pelota que nos lanzan, o quitarnos rápido si nos van a dar una bofetada).
Esto se acentúa especialmente cuando leemos; pues nosotros tenemos que “construir el set” prácticamente de cero. Nos exige mayor concentración y al mismo tiempo mayor involucramiento. Esto puede explicar que casi siempre “prefiramos el libro a la película”. En el libro ponemos algo de nosotros, de nuestra vida; paisajes que nos parecen conocidos. Nuestra propio colegio si leemos que los personajes están en la escuela primaria; la casa de nuestra propia abuela cuando leemos que ahí es donde van a cenar.
El efecto también es más profundo cuando el contenido es de un género “novedoso”, es decir, que sigue un patrón distinto al ya conocido, o cuando se trata de algo alejado a nuestra realidad (es más significativo Tom Hanks salvándose de un naufragio que Julia Roberts enamorándose de alguien “nuevo” otra vez). Por eso nos inclinamos a leer, ver o a jugar videojuegos de distopias, intriga, terror, misterio. The Walking Dead, Resident Evil, The Handmaid’s Tale, Westworld. Todas ellas tienen un toque de realidad pero al mismo tiempo un universo paralelo en donde no sabemos qué ocurrirá y predecirlo nos supone un desafío.
Las historias de superhéroes son las más taquilleras de la era moderna. ¿Será acaso un deseo inconsciente de sentirnos seguros ante todo lo que sabemos que está mal y puede salir mal en el mundo? Muy probablemente sí.
Visto así, la ficción pasa de ser un pasatiempo inútil a un mecanismo útil. Y cada vez más nuestra sociedad nos culpabiliza por el ocio y nos orilla a la productividad. Bien, pues, sobre todo ahora que mucho estamos hablando del ocio (el pasado diciembre no predijimos la pandemia, pero sí predijimos que este año tocaba ser menos productivos), podemos cambiar nuestro propio discurso de cuarentena y (además de enfocarnos en sobrevivir el distanciamiento social), poner foco en lo que las historias de otros nos ofrecen. Las películas, series, videojuegos, obras de teatro, cuentos y novelas como refugio en donde otras vidas están siendo vividas.
Cocinar está bien; hacer yoga también, entrar a los live de tus artistas favoritos es sin duda entretenido; pero High Speed Solutions te invita a que te empapes de ficción estos días. No sólo es un refugio sino que, quién quita que te encuentra mejor parado en el próximo fin del mundo.
“La literatura no sirve para entretenernos ni para embelesarnos.
La literatura nos hace humanos”
Basado en el texto de: Volpi, Jorge (2011) Leer la Mente. Alfaguara.